En su único día de operaciones, cientos de iraníes se acercaron a los mostradores para degustar el tradicional pollo frito que guarda las tradiciones islámicas. Sin embargo, al momento de su clausura, las autoridades reguladoras argumentaron que el KFC Halal era demasiado norteamericano.
“Cerrado hasta nuevo aviso“, señala el cartel que informa la clausura del local. La razón: su decorado recuerda demasiado a la bandera de los Estados Unidos. Su presencia “puede ser vista como parte de la influencia norteamericana en la cultura iraní”.
“Estados Unidos es uno de los mayores enemigos de Irán y esto representa un grave peligro para el país“, continúa la insólita explicación oficial. Este KFC Halal pertenece a la filial de Turquía de KFC y aún no fue establecido si también pertenece a la casa matriz norteamericana. Según el régimen, ninguna marca de comida cuya sede central esté en Estados Unidos puede operar actualmente en Irán.
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KFC no ha emitido aún ningún tipo de comunicado respecto a este incidente por el cual miles de iraníes se verán privados de su comida rápida que guarda los parámetros de alimentos halal.