Crucifixiones y decapitaciones son algunas de las imágenes más habituales a las que son expuestos los habitantes de esa ciudad, donde además escasean servicios como agua y luz
La policía del Estado Islámico patrulla las calles de Raqqa en busca de personas para castigarCrédito: Reuters
La ciudad siria de Raqqa se convirtió en el principal bastión del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). La vida diaria de las personas se volvió un verdadero infierno. Día a día los ciudadanos están expuestos a crucifixiones, decapitaciones y homosexuales arrojados desde las alturas. Al mismo tiempo, no hay electricidad ni agua corriente.
“Tengo miedo de perder a mis hijos y de que mi esposa sea azotada por no llevar la ropa adecuada”, dijo un ex profesor de 37 años, quien habló bajo anonimato por temor a ser descubierto por los yihadistas.
La ciudad se encuentra prácticamente bajo escombros por los enfrentamientos armados
AFP
El padre de tres niños relató que lo primero que ve cuando sale de su casa es la policía de ISIS patrullando las calles, buscando gente para castigar, según consigna Daily Mail.
“Las cosas han empeorado desde la llegada de ISIS”, denunció el hombre, quien narró que ha aumentado el costo de los alimentos y que ya “no hay combustible o leña”.
En Raqqa hay una profunda escasez de agua y electricidad
El agua, en tanto, “está disponible, pero debe ser hervida y enfriada”. “Hay frutas, verduras y pan, pero los precios son muy altos”, indicó. Otro recurso que escasea es la electricidad.
El ex profesor aseguró que todos los días deben asistir a las 5 de la mañana a la mezquita. Y advirtió: “No puedo estar ausente”.
Los ciudadanos de Raqqa intentan estar lo menos posible en las calles por temor a ser alcanzados por misiles o disparos
“Cuando estoy allí, veo el cielo lleno de aviones. Entonces vuelvo a casa lo más rápido posible para evitar las detenciones arbitrarias”, narró. “Es la misma rutina todos los días”.
Por su parte, la estricta ley impuesta por el Estado Islámico también obligó a este docente a modificar su manera de enseñar. “Yo enseñaba a mis alumnos lo que yo creía. Ahora me veo obligado a enseñarles lo que no creo, lo que ISIS quiere que haga”, sostuvo.
Los terroristas de ISIS buscan lavar las mentes de los menores de edad
AFP
En esa línea, reconoció que lo que más temor le genera son las ideas que los terroristas de ISIS buscan instalar en las mentes de los menores. “Lo que más me asusta de ISIS es la plantación de sus ideas en la mente de mis hijos”.
En ese contexto, el día a día en Raqqa se ha vuelto una verdadera tortura para sus habitantes, que todos los días están expuestos al terror y odio que propaga el Estado Islámico. “En Raqqa de repente uno puede ser detenido y nunca saber la razón. Podría estar encarcelado y mi esposa y mi familia no saber nada”, resumió.
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